Argumentar para vivir






La argumentación es necesaria para el hombre, cuya tarea de vivir en sociedad se volvería insostenible en el caso de no hacerlo, ya que en la mayoría de los casos debemos dar cuenta de nuestros actos y pedir explicaciones en caso de que sea necesario. Realmente, parece que la argumentación forma parte de nosotros y está presente en nuestro día a día continuamente, ya sea una argumentación mejor, peor, con razón o sin ella.

Resultado de imagen de argumentar ilustracionUn mundo en que argumentáramos teniendo la convicción de que sabemos lo que hacemos, poder dar explicación de ello y saber por qué hacemos tal o cual cosa, sería lo ideal. Por otro lado, lo que está ocurriendo en nuestra sociedad es lo contrario, nos limitamos a argumentar lo argumentado por otros como si fuéramos meras máquinas que repiten, y no nos planteamos si eso tiene algún sentido para nosotros o incluso si va acorde con nuestros valores. Cada vez tenemos menos criterio propio y nos aferramos a lo que los demás opinen haciéndolo nuestro sin cuestionarnos nada, fiándonos ciegamente de los demás. Por un lado, esta fe ciega es por fanatismos y por la creencia de que una entidad o ciertas personas son superiores al resto y por tanto sus argumentos merecen más validez o respeto que un argumento formulado por cualquier otra persona. Obviamente no me refiero a personas cuyo reconocimiento social se deba a sus logros en determinadas materias, lo que sí que les otorgaría el poder de opinar de ciertos temas más cualificadamente que una persona que no se haya dedicado a ellos, por ejemplo, es seguro que un científico tendrá más conocimientos que yo en temas químicos y físicos. A lo que me refiero con los fanatismos exagerados es a la idealización de personajes famosos, que se han convertido en un potente influyente sobre masas de población, principalmente extendiendo su influencia en personas de menor edad (adolescentes y niños). Esta potente influencia es debida principalmente al gran auge de las redes sociales e internet. No toda la influencia de estos personajes es mala, en muchos casos promueven conductas saludables para el individuo que lo ayudan a progresar. El problema está en que la gente olvida que son personas tan normales como ellos, y, en ese momento, pasan a considerar todo lo que estos digan como verdadero y válido sin pensar siquiera en cuestionarlos debido a el fanatismo mencionado. Por otro lado, también muchas personas se fían de entidades o personas que se supone que deberían saber de ciertos temas, y confiando en esto, ni se plantean el investigar las fuentes o que estas informaciones no sean parciales.

Resultado de imagen de argumentar ilustracionEn la sociedad actual, ahora más que nunca, es necesario no perder los valores y luchar por nuestro propio ideal, siempre y cuando, obviamente, esto se haga desde el respeto.


El problema es que esta argumentación, por muy bien hecha que este, puede no llegar a persuadir a los demás del tema o cuestión que sea; y, por su parte, los argumentos no válidos, los llamados 'falacias', que abusan de autoridad, de poder, de la fuerza, o los sofismas, que intentan hacer ver que un argumento es válido, aunque no sea así, son más persuasivos en muchas ocasiones y la gente responde mejor a ellos. Esto hace a mucha gente plantearse el optar por el camino fácil: dejar de argumentar y limitarse a seducir, engañar o amenazar, pero entonces ¿dónde quedaría nuestra moral?  


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares